Una educación de calidad basada en la convivencia.
Personalmente
considero que la convivencia escolar es un punto clave que abordar en los
centros educativos actualmente.
Teniendo
en cuenta que vivimos en una sociedad cada vez más globalizada y conectada donde
se da énfasis a lo colectivo, comenzamos a trabajar desde una visión de equipo,
cooperativa, donde la interdependencia positiva se convierte en algo habitual la
convivencia, los valores y habilidades que esta implica se convierten en un
factor fundamental que están presentes y nos acompañan en el día a día. Por tanto,
es necesario que se comience a trabajar desde casa y desde el colegio lo antes
posible, con la intención de poder formar personas que estén dotadas de las
herramientas necesarias para poder desarrollarse plenamente en convivencia con
el resto.
Aterrizando
un poco más en el área educativa, la convivencia en entorno escolar supone un
gran reto para todos que debemos plantear, priorizar y abordar de manera adecuada.
Que los alumnos desarrollen un pensamiento crítico, habilidades como la empatía,
la asertividad, el trabajo de la autoestima o el respeto son puntos clave que
van a permitir y favorecer una mejor convivencia, pero para ello es necesario
incidir y trabajar en la adquisición de estas competencias y valores para permitir
que estas florezcan en cada uno de ellos.
Por
todo ello, el aspecto de la convivencia escolar se ha ido convirtiendo en un
eje cada vez más central de las diferentes políticas educativas, donde pasamos
a buscar un desarrollo integral del alumno y no solo su adquisición de
contenidos específicos como se venía haciendo hasta hace poco bajo una mirada
mas tradicional.
Preparar
al alumnado para desarrollarse en su día a día tanto dentro como fuera del
colegio implica conocer su contexto y dotarle de todas las herramientas que le
sean necesarias para poder, no solo desarrollarse él o ella de manera más
completa y satisfactoria, sino permitirle crecer junto al resto y hacerle
consciente de ello, entendiendo esa perspectiva colectiva a la que pertenece y
donde sus actos personales repercuten y provocan emociones y sentimientos en otras
personas y viceversa, influyéndoles y siendo influido.
Por
todo ello considero que la convivencia escolar es un elemento de gran
importancia que ha de abordarse tanto de manera específica dedicando tiempos y
espacios concretos para tratar el tema como de manera habitual en las escenas
cotidianas que nos rodean en el día a día.
Para
lograr este objetivo es necesario dedicar tiempo a implementar diferentes
talleres, espacios de tutoría tanto grupal como individuales, implicar el uso
de este tipo de habilidades en los trabajos y rutinas diarias, ofrecer formación
a través de charlas, películas, espacios de reflexión , debates, compartir
experiencias… También es necesario tener en cuenta que se deben elegir aquellas
actividades o dinámicas que se adapten mejor al contexto con el que trabajamos,
cubriendo y respondiendo a todas las demandas y necesidades de aquellas
personas que participan en la vida del centro escolar. Contemplar esta serie de
elementos ayudará a dilucidar qué actividades son las más convenientes y cómo
podemos trabajar mejor la convivencia dentro de cada centro.
En
mi opinión, escuchar a los alumnos es una pieza clave que no podemos olvidar a
la hora de plantear el abordaje de la convivencia en el centro. Darles voz y
voto, hacerles partícipes, generar un ambiente adecuado que sientan como seguro
y donde se valore su opinión ayudará a que se sientan parte de este proyecto y
sobre todo permitirá elaborar planes de actuación, actividades, etc más ajustados
tanto a necesidades personales como a necesidades a nivel de grupo o centro.
Considero
que este último punto es un asunto aún pendiente de mejorar en la mayoría de
los centros ya que, si bien parece que poco a poco vamos avanzando hacia una
educación y formación más integral donde incorporamos y ensalzamos este tipo de
conocimientos y habilidades que van más allá de los contenidos específicos, aún
queda mucho camino por recorrer y aún nos cuesta mucho centrar la mirada en el
alumno; romper los muros que se han ido levantando durante tantos años de, no
solo la enseñanza sino también una sociedad mucho más conservadora, han
desembocado en un contexto escolar donde solo había espacio para los temas
puramente académicos.
Debemos tener siempre presente que trabajamos con personas y que muchos otros ámbitos se ven envueltos en esta experiencia educativa, conocernos entre nosotros, respetarnos, dar cabida dentro del aula a las distintas experiencias y emociones y validarlas resulta imprescindible para avanzar en este camino que persigue una educación de calidad basada en la convivencia.
Debemos tener siempre presente que trabajamos con personas y que muchos otros ámbitos se ven envueltos en esta experiencia educativa, conocernos entre nosotros, respetarnos, dar cabida dentro del aula a las distintas experiencias y emociones y validarlas resulta imprescindible para avanzar en este camino que persigue una educación de calidad basada en la convivencia.